martes, 3 de diciembre de 2013

Reconocer es crecer

Hace poco acepte que tengo una autoexigencia enorme, ella me dice que ya debí haber salvado al mundo, que dios me dio todo lo necesario y que no he tenido la voluntad para lograr ese cambio. He vivido con esa exigencia muchos años. Algún tiempo la confundí con mi voz interior, otro tiempo decidí simplemente ignorarla. Hay una parte de mí que dice que no debería de tener esa creencia de que debo salvar al mundo, esa autoexigencia es tan dura que se ataca aun a sí misma.

Lo interesante es que la mayoría de nosotros tenemos una exigencia así, es esa parte de nosotros que nos dice que tendríamos que ser diferentes a quienes somos, que nos quita el permiso de sentir dolor cuando tomaste la decisión de terminar con alguien, que te dice que deberías de ser más alto, hermoso, flaco o voluntarioso. Es esa voz interna que nos dice que sentir miedo nos hace cobardes y que pedir ayuda nos hace débiles.

Hoy me doy cuenta que esa auotexigencia ha determinado mi vida, y lo único a lo que me ha llevado es a sentir una profunda (y no tan cómoda de sentir) impotencia. Hoy me siento impotente porque el mundo debería de ser diferente, a final de cuentas he hecho todo para que así lo sea.

También me da impotencia no pode apoyar a mi mujer en ciertas ocasiones, cuando un paciente se atora, el que la gente estorbe en el metrobus, en fin…

La realidad es que esa impotencia me ayuda a contactar con mi humanidad, gracias a ella puedo ver que las cosas en mi vida no han sido fáciles, regreso en el tiempo y me veo a mi mismo en la secundaria cuando en los juegos de botella las mujeres huían para que no les diera besos, el cómo estaba más preocupado por quedar bien con la gente que compartir mis conocimientos y el que tan fácil caía en la arrogancia cuando me sentía inseguro.

Hoy ya no soy la misma persona, me ha costado trabajo y en el camino me he topado varias veces con cosas que no puedo hacer, pero es en esos momentos de impotencia cuando miro los logros que he tenido. Y entonces, puedo reconocer lo feliz que estoy con mi esposa, lo importante que es para mí compartir lo que se y siento y también expreso, cada vez más, cuando me siento inseguro.

Hoy la impotencia es un regalo que me ayuda a contactar con los logros que he tenido y con reconocer que por más que haga, siempre habrá donde crecer y cosas que no podre lograr.

Te invito a que sientas tu impotencia, sé que no es la sensación más agradable, pero con ella podrás llegar a lugares en tu ser que de otro modo no es tan posible llegar.


Foto sacada de: http://gemmav58.wordpress.com/2013/10/30/encender-el-santo-grial-de-la-bendicion-el-fuego-ardiente-se-expandira-y-lady-gaia-asi-como-tu-tambien-sentireis-la-expansion-del-amor-por-todo-lo-que-es-pero-tambien-el-amor-por-uno-mismo/556793_1402730559943764_95810295_n/

lunes, 25 de noviembre de 2013

Sosteniendo el mundo...

Ser terapeuta modelo puede parecer muy tentador, mostrar esa mascara de perfección y moverme por el mundo como si tuviera todas las respuestas, no mostrar debilidad ni preocupación, simplemente ser ese modelo de cómo me gustaría llegar a construirme.

Soy imperfecto. Le temo a perder a mi esposa, me enredo con algunas cosas que mis pacientes hacen, me da envidia que gente que considero que no aporta a la vida tenga más audiencia que yo. En resumen, soy humano.

Un humano normal, la terapia y la vida me han llevado por el camino de aceptarme a mí mismo con todo y esas imperfecciones. Con el tiempo he aprendido a notar que por más que trabaje siempre habrá una visión diferente, una forma nueva de verlo, una estructura distinta. A veces parece que las respuestas que encuentro son el principio de nuevas preguntas que apenas están emergiendo.

Me ha costado tanto trabajo encontrar que no hay respuestas absolutas, reglas o visiones totalitarias. Hoy con una facilidad increíble me enredo con la gente que siento que no está haciendo las cosas como yo creo que debería hacerlas. Hoy en día me he vuelto intolerante con las personas que han encontrado el “santo grial” de cómo funciona el mundo.

He notado en mí una autoexigencia digna del mismo Atlas. Hay una parte de mí que siente que ya debería haber cambiado al mundo, debería de ser capaz de llegar a la gente, tocar su corazón y su mente, ayudarlos a ver que el mundo, aunque amenazante también es un lugar increíble donde el amor está en cada esquina. Poder decirles que no existe gente mala, solo gente herida, mostrar que este mundo no necesita ser cambiado, solo aceptado y reconocido. Que los seres humanos venimos con todo lo necesario en el equipo. Que el miedo, la tristeza y el enojo son valiosos aliados. Que el dolor de esas pérdidas nos ayuda a tener autocompasión. Y que no importa cuánto crezcas nunca serás perfecto.

Y por esa razón me dedico a lo que me dedico, siento que si los seres humanos aceptáramos en el fondo de nuestro corazón que en este mundo solo se puede amar lo imperfecto, nuestra vida sería distinta, dejaríamos de buscar las reglas que nos hacen perfectos y empezaríamos a amarnos profundamente a nosotros mismos.

Foto sacada de: http://emosjournal.deviantart.com/art/The-great-Titan-Atlas-140828763

lunes, 28 de octubre de 2013

La vida es un estilo.

Amaría ver un mundo donde los corazones de las personas estuvieran abiertos, con todo y su tristeza, miedo y enojos.

Un mundo donde todos nos viéramos como iguales, sin jerarquías sociales o grados espirituales.

Al final todos estamos hechos de lo mismo y al mismo tiempo somos diferentes. No vales más que alguien por saber más o por sentirte más iluminado. El valor te lo da el saber que eres humano e imperfecto, vas a caer mil veces, y mil veces más te vas a levantar aprendiendo de tu caída. Y sin ninguna garantía volverás a caminar, y al lado de ti estará tu vecino, en tu corazón esta tenderle la mano y ayudarle o simplemente sonreír y contarle como vives tú el estar en el lodo y que has aprendido de estar en él. Renunciemos a la garantía de la fórmula perfecta para "estar bien" y veamos que se trata de una entrega al camino, un estilo de vida, una forma de mantenerse constantemente creciendo.

Si la vida fuera una carrera la meta seria la muerte, hasta hoy las únicas personas que conozco que quieren correr hacia la muerte son aquellas que no se sienten conectadas con la vida, y ya que asumo que la mayoría de nosotros sí estamos conectados con la vida, mi pregunta seria. ¿No prefieres mejor disfrutar del panorama y del camino que de hecho ES la vida?

Te invito a que la vivas por ti mismo, acompañado por tú tristeza, enojo y miedo; Dando un paso a la vez y aprendiendo cada día amarte un poco más.


Foto Sacada de: http://mx.fotolog.com/reflejosdeluz/40224787/

jueves, 24 de octubre de 2013

En primera fila.

Llegaron las 7 de la noche. Ella llego sonriente como siempre. En esta ocasión traía una prenda extra que denotaba un viaje. Una crónica nueva estaba a punto de ser contada.

Se sentó tranquilamente en el sillón y con su alegría habitual solo alcanzo a decir. “No sé cómo estoy”.

Yo la mire alegremente y le asegure que si sabía que sentía. Solo necesitaba observarlo y platicarlo.

Entonces empezó una historia, una de esos pedazos de vida que me regala la gente cuando entra al consultorio y me cuenta su vida. Me deja entrar para enseñarles a amarse nuevamente, me dan un espacio en su vida y me motivan a ver que lo que hago es importante.

Ella se había dado cuenta de que había alguien enterrado en su corazón. Le había tomado dos años, mucha paciencia y el amor constante hacia sí misma reconocerlo. Y como suceden en estos momentos la tristeza empezó a enfriar su cuerpo, el clavo del dolor se clavó en su pecho y un par de lágrimas corrieron por sus mejillas.

Esas lágrimas liberaron mi alma. Una de las cosas más difíciles de ser terapeuta es admitir que solo puedes hacer lo que tus pacientes pueden, llevándote a aprender a bailar a su ritmo, acoplarte a su vida, sin embargo, esa parte que desea lo mejor hacia la gente que quieres se mete en tu interior, creo que esa es la razón por la que la mayoría de los terapeutas no quieren aceptar que hay cariño por sus pacientes, pareciese que no ver esa necesidad fuera a evitar el actuar precipitadamente.

En ese instante ella se dio cuenta de que toda su vida romántica había sido una repetición de esa relación no concluida. Como si quisiera que su cuento tuviera un final diferente, sin nunca poder lograrlo.

Y ahí sentada mirando al piso y llorando dio el primer paso a librarse de su pasado. Dándole un lugar a él le estaba dando un lugar a su historia, a sus aprendizajes. Ahora era tiempo de que el dolor le diera las lecciones más importantes y la tristeza la ayudara a pasar momentos tan duros.

Fui testigo de algo hermoso, realmente amo mi trabajo

miércoles, 23 de octubre de 2013

Para aquellos que se sentían abandonados.

Esta es mi primera publicación en 4 años.

Muchas cosas han pasado en mi vida.

Me case, perdí amigos muy queridos, casi me pierdo a mí mismo en buscar certidumbre de cómo opera el mundo y sobretodo; he cambiado mucho el cómo me miro a mi frente al mundo.

Hoy les puedo decir que el mejor regalo que me ha dado la vida es esa contradicción interna que vivo todos los días. Intentar ser perfecto sin lograr serlo. Ya se, todos esos ayudadores que rondan mi vida estarán preguntándose como hacerle para que yo me dé cuenta de que eso no está del todo bien, pero antes de decepcionarlos a todos dándoles el avión de sus comentarios, (una de mis grandes cualidades imperfectas), les quiero contar que esa incongruencia ilógica y sin sentido es lo que me ha ayudado a conectar profundamente con mi familia y tener amigos cercanos en los que puedo confiar.

En mi búsqueda loca de perfección y reglas absolutas me lleve entre las patas a mucha gente que quiero y me siento avergonzado por ello. Y después de todos esos madrazos dolorosos en los que perdí a mi mejor amigo y a una amiga que también quería mucho me di cuenta de que la vida es un constante crecimiento.

Hoy puedo decirles que no puedo pretender ser perfecto mientras las personas a las que apoyo saben que son imperfectas. La imperfección es un regalo que nos ayuda a crecer y a buscar las mejores cualidades de nosotros mismos sin la necesidad de castigarnos por no serlo.

Hace poco mi esposa y mi hermano, se hicieron a la tarea de hacer un blog. Eso despertó en mí esa chispa de escritor que nunca se ha terminado de extinguir dentro de mí. Con un poco de nostalgia entre a mi blog y note la última entrada que hice hace 4 años, ya desde entonces sabía que el camino era abrir mi corazón hacia los demás. Solo que en ese entonces no tenía el coraje para hacerlo.

Reabro este espacio donde compartiré lo que siento, pienso, creo y vivo.

Con un abrazo desde mi corazón abierto me despido por el momento…

domingo, 25 de octubre de 2009

Cambio de titulo y otros menesteres

He vivido con miedo a asumirme un ser humano, me escondo detras de mascaras que evitan que salga la verdadera naturaleza de mi ser, no me he permitido ser ni estar. Y es que en este mundo tan lleno de miedos y delirios ¿Quien no lo hace?
Pero el dia de ayer una luz salio a mi vida.
COMPARTIR.
A eso vengo, eso me mueve y eso me mantiene con vida. Es por eso que a partir de hoy empezare a compartirme mas. Dejarme fluir y entregarme a la vida.
Y es que hoy en vida hay tanto miedo, al ser amado, al amar, a disfrutar a la vida, a dejar de lado los "Y Si" y los "pero" y simplemente fluir de lo que sale del corazon, del cuerpo. Aquello que nos hace uno.
Hoy recorde que no soy lo que pienso, soy mucho mas y hay mucho mas que dar.
Los invito a que me compartan a que me digan lo que sea de lo que sienten, piensan o viven. Este espacio esta abierto.
Dentro de poco dare mas sorpresas. No quiero quedarme callado sin compartir lo que siento, y menos sin escuchar lo que me quieran compartir.
Espero que esta nueva etapa en mi vida, ( y en este blog), sea agradable para ustedes.
BIENVENIDOS

miércoles, 12 de agosto de 2009

Con ganas de tener Bienco

Últimamente escuchando a personas y situaciones de esta ciudad he llegado a la conclusión de que vivimos en un país con síndrome de Malco (malcogidos), y empezare hablando del concepto mismo de sexo en si. Para empezar hablar de que tener sexo es como un deporte ene l cual “no hay emociones “ se me hace tan absurdo y cruel que me parece un síntoma claro de la misma sociedad desconectada en la que vivimos. No se puede hablar de una relación sexual desapegada de la emoción, a menos claro que la vivamos bajo un lapso de psicosis (refiriéndome a desapegarte de tus emociones y no reconociéndolas) temporal. Y entonces entra la pregunta, ¿En ese caso no tendría mayos satisfacción con mi mano?.
Para mi y en lo que he observado y aprendido el ejercicio de una sexualidad erótica, placentera y responsable es algo que pasa a un cuarto termino en esta sociedad. La mayoría de la gente dice tener una sexualidad plena y placentera sin darse cuenta que los datos y la observación son mucho mas impresionantes viéndolas mas a fondo.
Una vez me tope en una situación bien curiosa en la cual por azares del destino una mujer con la que había tenido relaciones y nos la habíamos pasado de maravilla me salió con la clásica frase de “ya me di cuenta que no soy para esto” y escarbando mas a fondo me comento de una experiencia que a mis ojos parecía de cuento de terror, obio con esa experiencia cualquiera diría esa frase y sin embargo al parecer es algo común.
Y bueno diran ¿Quién es este guey que viene a decirme como tener sexo? Y yo responderé, un guey como cualquier otro que se ha dado cuenta de la terrible decepción que es la sexualidad en nuestra sociedad y no piensa quedarse callado.
Y aquí me atreveré a poner unas preguntas autoreflexivas para ver que tanto realmente pueden disfrutar cuando están teniendo relaciones, no pondré un manual ni nada por el estilo porque no va de eso, no se trata de saberse el kamasutra o aprender una técnica que permite tener 40 orgasmos… Son unas simples, básicas y un poco subidas de alto preguntas para poner a pensar en este tema. Si les incomodan BIEN, revisen porque, y quizás lograremos aprender mas.
Ya por ultimo y antes de las preguntas déjenme decirles que yo también tuve problemas con mi sexualidad y que me ha costado trabajo verla desde otra perspectiva ha sido doloroso y lento pero me parece que he logrado encontrar un equilibrio bastante agradable para vivirlo sin hacer sentir o sentirse vacio.
1.-¿Qué tanto entro en contacto con la persona con la que estoy cuando tengo relaciones sexuales?¿Me doy cuenta si lo esta disfrutando?¿Me siento agusto mirandol@ a los ojos mientras lo hacemos?
2.-¿Qué tanto conozco lo que me gusta y lo que no me gusta?¿Soy consiente de lo que siento en mi interior cuando tengo relaciones o solo me preocupo de la parte física?
3.-¿Realmente me siento cómodo haciéndolo?¿Me gusta vivirlo con mi pareja?
4.-¿Cuál es la diferencia mas primaria entre un amigo y una pareja?¿porque no pensé primero en relaciones sexuales?
5.-¿Qué pienso de mi cuando me permito sentir placer en el acto sexual?¿Que siento de mi cuando lo vivo?
6.-¿Tengo necesidad de un abrazo después del acto?¿Como me siento de platicar y convivir después de tener relaciones sexuales?
7.-¿Puedo ver a la persona con la que tengo relaciones a los ojos?
8.-¿Es divertido tener sexo?

Se me ocurrieron otras más y algunas variantes. Pero primero veré que sucede con esta entrada para ver si le metemos más colmillo al tema.