Amaría ver un mundo donde los corazones de las personas estuvieran abiertos, con todo y su tristeza, miedo y enojos.
Un mundo donde todos nos viéramos como iguales, sin jerarquías sociales o grados espirituales.
Al final todos estamos hechos de lo mismo y al mismo tiempo somos diferentes. No vales más que alguien por saber más o por sentirte más iluminado. El valor te lo da el saber que eres humano e imperfecto, vas a caer mil veces, y mil veces más te vas a levantar aprendiendo de tu caída. Y sin ninguna garantía volverás a caminar, y al lado de ti estará tu vecino, en tu corazón esta tenderle la mano y ayudarle o simplemente sonreír y contarle como vives tú el estar en el lodo y que has aprendido de estar en él. Renunciemos a la garantía de la fórmula perfecta para "estar bien" y veamos que se trata de una entrega al camino, un estilo de vida, una forma de mantenerse constantemente creciendo.
Si la vida fuera una carrera la meta seria la muerte, hasta hoy las únicas personas que conozco que quieren correr hacia la muerte son aquellas que no se sienten conectadas con la vida, y ya que asumo que la mayoría de nosotros sí estamos conectados con la vida, mi pregunta seria. ¿No prefieres mejor disfrutar del panorama y del camino que de hecho ES la vida?
Te invito a que la vivas por ti mismo, acompañado por tú tristeza, enojo y miedo; Dando un paso a la vez y aprendiendo cada día amarte un poco más.
Foto Sacada de: http://mx.fotolog.com/reflejosdeluz/40224787/
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